La encontramos en Enotur 2012 y desde entonces, apenas hemos podido parar de buscar información acerca de este curioso condiemnto.
Sal de vino y especias, de la variedad Tempranillo y con toda la personalidad de los vinos de Abadia Retuerta.
Nada mas abrir el frasco, el aroma es intenso y la belleza de los cristales de sal, infinita. Los llaman "Rubíes de Valentín" porque tienen su historia, que se remonta al siglo XVII.
Esta receta tan original, ha sido rescatada por Pascal Delbeck, énologo asesor de Abadía Retuerta, para disfrute de todos aquellos entusiastas del vino.
La sal procede de la Isla de Ré, isla francesa famosa por su exquisita sal, que se elabora de manera completamente artesanal desde hace siglos.
Sólo se dispone de una superficie de 460 hectáreas de salinas para elaborar la sal de Re, y sus salineros perpetúan una tradición que data de
varios siglos: el agua de mar pasa un tiempo en estanques de arcilla
poco profundos donde se produce un proceso
natural de evaporación gracias al sol y al viento. En la última cuenca, se lleva a cabo la recolección manual de
los cristales de sal, entre los meses de junio y septiembre. Como
antiguamente, el salinero utiliza una especie de rastrillo ancho, para hacer pequeñas pirámides,que dejarán
purgarse el agua antes de transportarla a un montón de sal más
importante. A continuación, se limpia la sal. La producción de sal depende enormemente de
las condiciones climáticas: una tormenta con fuertes lluvias
puede perjudicar el proceso, no solamente porque el exceso de agua dulce
afecta al grado de salinidad, sino que, además puede dañar las presas
que separan los distintos estanques. Es por eso que la producción de sal es muy irregular e impredecible.
Os la recomendamos como toque final para platos de carne y verdura, y por qué no tambien con pescados blancos y verduras.
Esta disponible en frascos de90 gr. y botella de 320 gr.
Mas informacion en www.abadia-retuerta.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario