Volvemos de vacaciones y la vuelta a la rutina incluye en muchos casos remendar nuestros excesos del verano. Con sencillos ingredientes, podemos darnos también un capricho, ligero, sabroso y con mucho color.
Ingredientes:
1 base de masa fresca para pizza refrigerada
1 cebolla pequeña
2 tomates maduros
1 bola de mozarela de búfala fresca
aceite de oliva virgen extra
sal
orégano
Extendemos la masa fresca sobre una bandeja de horno, y ponemos un chorrito de aceite de oliva sobre ella. Extendemos con la yema de los dedos.
Cortamos a rodajas finas tanto el tomate como la cebolla, y lo disponemos sobre la base de pizza, de manera que cubra toda la superficie.
Hacemos tacos con la mozarella y la repartimos por la pizza, uniformemente.
Un poco de sal y orégano y al horno con ella unos 25 minutos a 180ºc. Mejor si lo tenemos encendido al menos 5 min antes de meter la pizza.
Esta pizza nos resta las calorias de la salsa de tomate y también las del queso rallado. Si las sumamos, son muchas, y esta receta se convierte en una alternativa fabulosa para darse un capricho sin tener que lamentarlo horas mas tarde.
Y encima, está riquísima ¡
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